HTTP://WWW.TANMUJERCITA.BLOGSPOT.COM

lunes, 18 de mayo de 2009


El lazo que lleva al corazón de un hombre existe. El problema es que ni ellos saben qué los enamora de una mujer. Nadie lo sabe. Cuando amamos, intentamos llamar la atención del otro de cualquier forma. Pero lo que nos puede llevar al corazón del otro es algo insospechado, misterioso. El corazón es un órgano complejo, muy sensible. El corazón tiene razones que la razón desconoce. El corazón es muy poco previsible: lo que a unos enamora, a otros los desenamora. De pronto, sin buscarlo, sin saber por qué ni cómo, encontramos ese lazo de plata que lleva al corazón de un hombre; ese lazo que ni él mismo sabe cuál es.
Hay mujeres que encuentran el lazo de plata apenas conocen a su chico, y no lo sueltan. Hay otros que nunca se enteran que llegaron al corazón de un chico, y lo dejan ir. Y cuando una mujer llegó al corazón de un hombre, él hará cualquier cosa por retenerlo. Otros, en cambio, persisten en tener un corazón sin dueño. Cuando el amor naufraga, uno se agarra de lo primero que encuentra para salir a flote, aunque hundas a otros. Si falla un salvavidas, hay que echar mano a otro. Una vez que encontraste el lazo que lleva al corazón de tu chico, sólo hay que tirar un poquito y hacer un nudo bien fuerte para que no se desate con nada. Un hombre reclamará como propio a esa mujer que logró llegar a su corazón. Pero el camino hacia el corazón de alguien no siempre es un camino ida y vuelta.
¿Pero qué es ese lazo de plata que lleva al corazón de las personas? ¿Por qué a algunos les basta sólo con verse una vez para llegar al corazón del otro? ¿Por qué para algunos funciona el amor a primera vista, y otros nunca lo ven? No hay claves ni estrategias que valgan, porque ese lazo que lleva al corazón del ser amado es un misterio. Nadie puede explicar por qué ama, ni por qué es amado. Algunos aman porque son amados. Otros son amados porque aman. Hay corazones caprichosos, competitivos. Y hay corazones precavidos, reacios a dejarse amar por miedo a ser lastimados. Ese miedo no siempre es zonzo; no deberíamos dejar que cualquiera llegue a nuestro corazón. Una vez que alguien encuentra el lazo de plata y llega a nuestro corazón... es para siempre.

No hay comentarios: